Construyendo para nuestras madres
Concepciona es mamá de una joven que hace dos años radica en el sector Mendoza de Alto Corvina, en un distrito de la ceja de selva de nuestro país. Y le tocó ver cómo unos uniformados quemaban la casa de su hija, entre el miércoles y el jueves de la última semana de abril.
Así que ahora me pregunto, ¿cómo pasó el día de la madre? ¿Entre los escombros de su casa o con su hija habrá buscado cobijo en alguien con más suerte que ellas?
Como Concepciona, víctima de una violencia que no cesa, para muchas mamás de nuestro Perú habrá sido difícil aceptar un saludo a lo " ¡ !Feliz día !" este segundo domingo de mayo del 2010. Habrá sido difícil para las madres víctimas de violencia familiar (35 mil mujeres fueron atendidas en los centros de emergencia mujer el año 2009: http://www.mimdes.gob.pe/files/PROGRAMAS%20NACIONALES/PNCVFS/estadistica/resumen_prensa2009.pdf)
o para las madres adolescentes (234mil, según cálculo propio a partir de http://www.unicef.org/peru/spanish/children_13282.htm).
Habrá sido difícil, pero no imposible; pues si algo distingue a las madres y en especial a estas nuestras madres del Perú, es su fortaleza, su increíble capacidad de superar adversidades. Por esa fortaleza, que llevará a Concepciona a reconstruir, con su hija, su casa, y que lleva a las miles de madres víctimas de otras violencias, a seguir viviendo, por esa fortaleza de madre vale la pena entregar la vida para construir un Perú donde la vida y la libertad de todas esté garantizada. Vale la pena asumir el reto de llegar al 2021, año del bicentenario de la declaración de libertad e independencia, con todas nuestras madres libres e independientes ...